México, 12 mar (PL) La creciente violencia y las alertas emitidas por Estados Unidos, mantienen alejados a estudiantes de ese país y canadienses conocidos como «spring brakers«, del balneario de Acapulco, en el estado de Guerrero.
Hasta hace 10 años llegaban a Acapulco hasta 18 mil personas en esa categoría, entre finales de febrero y marzo, lo que representaba una derrama económica importante y generaba fuentes de empleos.
En temporada baja, los jóvenes estudiantes ocupaban durante un mes hasta el 60% de los hoteles de la zona Dorada.
El presidente de la Asociación de Hoteles y Empresas Turísticas de Acapulco, Jorge Laurel, admitió que ahora Acapulco vive fundamentalmente del turismo nacional.
Esta ciudad portuaria del Pacífico, se ha convertido en una de las más violentas del país, en medio de pugnas de organizaciones criminales por el control del tráfico de drogas.
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